Comendador, Elías Piña,. Elías Piña cuenta con el hospital Rosa Duarte, único en la provincia sureña, pero presenta deficiencias en su infraestructura, falta de medicamentos, insuficiencia de personal médico y camillas sin colchón, entre otras precariedades, situación que ha llevado a los habitantes a reclamar una mejoría sanitaria en su localidad.
“Nosotros tenemos que durar bastante para que nos atiendan por el gran número de pacientes y la falta de personal”, expresó Luis Cabrera, mientras esperaba a que lo atendieran en el centro asistencial, donde de cada diez pacientes que asisten, ocho son de ascendencia haitiana.
El director del hospital, Ángel Bienvenido Valdez, atribuyó las deficiencias en el centro a que está siendo sometido a un proceso de transformación de su infraestructura, “En estos momentos se está construyendo una valla perimetral y reparando el techo para garantizar un mejor entorno hospitalario”, manifestó Valdez.
El facultativo, quien tomó posesión como director del hospital Rosa Duarte hace aproximadamente seis semanas, añadió que con los pocos recursos que tiene el establecimiento de salud han logrado cumplir con las atenciones que ha requerido cada paciente. “Con los pocos recursos que tenemos, damos lo mejor de nosotros para atender las necesidades de nuestros pacientes”, enfatizó.
Mientras, el director provincial de Salud, Fello Pérez de la Rosa, alegó que el hospital Rosa Duarte se encuentra en perfectas condiciones, y que no se han registrado defunciones por falta de atenciones médicas.
El médico añadió que no hay falta de medicamentos ni de colchones, debido a que semanas antes, realizó una visita al centro y verificó que todo estaba en orden.
Sin embargo, el supervisor provincial de Asistencia Social, Adriano Jiménez Roa, dijo que a través del Programa Alimentación Complementaria y del Ministerio de Asistencia Social deberían suministrarse a los envejecientes y discapacitados seis unidades de leche por persona, pero que desde abril del año anterior presentan retrasos en los envíos, situación que persiste en la actualidad.
“A las autoridades que tomen en consideración el margen de pobreza que existe en esta provincia para que sean reforzados en la salud, porque ese programa había dado buenos resultados, el nivel de vida de los envejecientes ha aumentado, ha habido retraso cada tres a cuatro meses”, precisó Jiménez Roa.
El cólera
A raíz del terromoto en Haití ocurrido en enero del 2010, un sinnúmero de enfermedades y epidemias surgieron en ese país, pero específicamente una de ellas, el cólera, sembró el pánico en la frontera dominico- haitiana, cuando el año siguiente centenares de personas abarrotaron el hospital Rosa Duarte con síntomas de diarrea y deshidratación.
Según el personal hospitalario, estos lograron sofocar el brote que se multiplicaba descontroladamente gracias a voluntarios de todo el país que suplieron medicamentos y asistencia médica, junto con la ayuda de organismos internacionales, como Unicef, sumado a la voluntad humanitaria de profesionales que duraron días sin dormir para salvar la vida de los afectados.
Una luz en la oscuridad
A pesar de que la provincia Elías Piña es la más pobre del país y, por ende, la de mayor desesperanza de vida, los jóvenes no se doblegan ante las vicisitudes y aseguran que tienen claro el concepto del futuro: Ser alguien en la vida.
Según los estudiantes de la Escuela Manuel Antonio Morales, estos no se quieren quedar rezagados en sus casas, y aunque no tienen suficiente apoyo económico por la miseria en que viven, su meta es llegar a ser profesionales para cambiar la realidad actual de su provincia, que sigue siendo golpeada por la pobreza, y además, por las críticas racistas hacia ella, debido al aumento de la población haitiana residente en esa localidad.
“Deseo ser alguien en la vida, deseo cambiar la imagen de mi provincia, quiero ser doctora para poder sanar a todo el que se enferme”, expresó con entusiasmo la alumna de octavo, Marlen Espinal.
De igual manera, la población está motivada por la serie de construcciones de planteles que se está llevando a cabo en la localidad, una de ellas la Escuela Hermanos Pinzón, la cual será incorporada de inmediato a la tanda extendida. Contará con ocho aulas, cocina-comedor y canchas, con un presupuesto estimado para su construcción de 25 millones de pesos, según Ivelisse Zabala, ingeniera de la obra.
“La voluntad estudiantil y la calidad docente serán vitales para que la provincia salga del abismo ante tantas penurias, existe una luz en el camino y esperemos que se mantenga así”, sostuvo Rafael Pérez, residente de la zona.
MAYORÍA DE PACIENTES SON HAITIANOS
Pese a las contradicciones entre el director provincial de Salud, Fello Pérez, y el director del hospital Rosa Duarte, Ángel Bienvenido Valdez, sobre las condiciones del centro de salud, sus declaraciones coincidieron cuando se refirieron al promedio de enfermos que acude a las salas de emergencias, tras precisar que de diez pacientes, ocho son de origen haitiano, y que además estos son atendidos sin ningún inconveniente porque la salud es universal y sería inhumano dejar morir a los que requieren atenciones médicas, solo por ser indocumentados.
Asimismo, ambos expresaron su disposición de seguir asistiendo a todo aquel que necesite de atenciones médicas. Fuente:listindiario.com
